La pandemia de coronavirus ha mostrado los límites de nuestro modelo sanitario. Se creía que este modelo era insumergible y podía hacer frente a cualquier situación. Este no fue el caso del brote de la enfermedad por coronavirus.
Durante el año 2020, el mundo se congeló y el covid-19 se cobró varias víctimas en todo el mundo. Desde entonces se han desarrollado vacunas y una gran parte de la población mundial se está vacunando. Todavía se tardará en contener totalmente la enfermedad y la humanidad se pregunta qué enfoque adoptar ante futuras pandemias.
Supermicroorganismos
Los océanos, repletos de una importante fuente de vida, ofrecen muchas alternativas de salud. Desde hace algunos años, equipos de investigadores ubicados en Europa realizan estudios de asentamiento en los océanos. Estos estudios han revelado que es probable que las poblaciones marinas nos proporcionen distintos tipos de moléculas para elaborar remedios capaces de protegernos contra enfermedades devastadoras.
Según los investigadores, la naturaleza, y en especial la fauna, puede resolver problemas de salud. El equipo de científicos está muy convencido de. que en los próximos años los océanos serán los principales proveedores de moléculas para el desarrollo de fármacos.
El océano puede curarnos
Actualmente, los estudios que se han realizado sobre los microorganismos de los océanos, demuestran que son capaces de segregar moléculas que pueden tratar enfermedades de orden neurológico y fisiológico. Estas moléculas también pueden neutralizar diferentes formas de cáncer. Todos los seres vivos que se encuentran en el fondo del océano tienen su utilidad.
Gracias a diversas técnicas de imagen y dispositivos de exploración submarina, los investigadores han conseguido crear una base de datos de diferentes cepas de especies marinas que tienen propiedades terapéuticas. El estudio de estas especies representa el futuro de la medicina. Gracias a las diversas innovaciones tecnológicas podremos aprovechar las virtudes de nuestros océanos.